Los monumentos realizados con hierro o cobre son los más propensos a sufrir su deterioro físico, afirmo Javier Reyes.
Aunado al olvido que sufren los monumentos y edificios históricos del país de parte de las autoridades, un nuevo peligro amenaza el pasado e identidad de las ciudades de México: La lluvia ácida.
Este problema es cada vez más frecuente en las ciudades industrializadas del país y son pocas las investigaciones que se realizan en torno a este tema.
Los monumentos realizados con materiales de hierro o el cobre son los más propensos a sufrir su deterioro físico.
Las catedrales, tan esplendorosas que hay en México, y las ruinas arqueológicas creadas con materiales calcáreos, que algún vez dieron esplendor a nuestra cultura, son otras de las construcciones que corren un riesgo inminente ante la falta de medidas ambientales que reduzcan la emisión de la denominada lluvia ácida.
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